¡Oh, ser joven y despreocupado! Cabe esperar que Casey Flip y Chester Owen se den cuenta de que son los mejores días de su vida, mientras juegan y retozan en los bosques y aguas de su Chequia natal. Pero lo hagan o no, una cosa es cierta, y es que verles disfrutar de las alegrías y libertades que sólo puede ofrecer la juventud probablemente atraerá mucho interés de nuestra legión de fans. Entre otras cosas, porque están guapísimos en su lujurioso apogeo. Para ser sinceros, es casi como un dulce alivio cuando el dúo vuelve por fin a su tienda tras sus enérgicos subidones; en ese momento, por supuesto, las cosas se vuelven rápidamente decididamente carnales, con los dos colegas turnándose para darse un festín mutuo de pollas sin pelo. Dada la intensidad de todo lo anterior, no es de extrañar que la necesidad de pasar del oral al anal se apodere rápidamente de estos chicos; Flip dirige su aguda mirada al apretado plieguecito de Owen y lo acaricia con todas sus fuerzas. Momentos después, está metido hasta el fondo en las tripas de su compañero, agitándose como si su vida dependiera de ello; el director, John Smith, aprovecha para captar un primer plano de la magnífica exposición. La mera visión del culo de Flip mientras rebota arriba y abajo en ese culito travieso será casi demasiado para que lo soporten la mayoría de los espectadores; pero la acción sólo se intensifica cuando Flip acorrala a su amigo contra un árbol para completar la actuación. Todo llega a un magnífico clímax cuando Owen tiene la cara salpicada de semen
